jueves, 23 de noviembre de 2006

Una cakita de Cobain

Una cakita de Cobain
Era un día de muertos común y corriente, me levanté temprano para desayunar e irme a preparar mi ofrenda...Era difícil pues casi no había nada de tragar en la casa, solo había un par de huevos pasados y un litro de leche cortada, lo demás era alcohol, y una cajetilla de cigarros. Me bañe con agua fría para despertar de la cruda, y me puse lo primero que encontré tirado en el suelo. Como no quería enfermarme, me tomé dos cervezas, me comí los huevos, tomé el dinero de la mesa y salí de la casa a horcajadas...creo que ya estaba pedo. Tome la primera calle y prendí un cigarro, me encontré a mi vecina, intolerante y nefasta, que estaba platicando con el vigilante de la entrada, me observó como con asco, pero a mi me valió madre y sali caminando. Segui hacia el mercado dos cuadras adelante, el mercado era nebuloso, grisáceo y antiguo, la gente como lúgubres sombras tras una cortina traslúcida, me dirigí hacia el puesto de una anciana cadavérica y compre dos ramos de flores de cempasúchil, unas velas y copal. La anciana me cobró, me olió y me dijo:

-Joven, con todo respeto usted huele a borracho
- Ah ¿Si? - le respondí con un dejo de sarcasmo - No me había dado cuenta
-¿No le da vergüenza? , es usted un cínico - me contesto aquella anciana amarga y metiche -
- Bueno...pues chingue usted a su puta madre - le contesté harto ya de tanta mamada y me retiré del mercado-

Caminé dos cuadras más, cuando me di cuenta de que me faltaba combustible.
Entre a una tienda y compre un mezcal, de esos chiquitos, posteriormente lo vacié en una botella de jarabe para el estómago, destinada para poder tomar en la calle aquel bendito elíxir del dios Baco. Iba caminando tomando mi "jarabito para la panza", fumando y pensando en la ofrenda que pondría horas mas tarde.
Pase la reja del complejo habitacional donde vivo y llegué a casa.
Prepare la mesa, con velas, papel picado, cervezas, un pan rancio, cigarros, cempasúchil y una foto del dios Cobain. M e recosté en la cama a escuchar Nirvana y me quedé dormido, tratando de soñar con chicas en el elevador (sic). Como a la mitad de mi sueño de chicas porno, sentí una voz que me llamaba desde la sala, una voz rasposa y triste, como la de San Kurt Cobain. Me levanté sobresaltado hasta los testículos y me dispuse a averiguar que carajos pasaba.
Estaba ahí, él, el señor, Kurt, tocando mi guitarra y fumándose mis cigarros, cómodamente.

-¿Que pedo cabron? - me dijo con cierto sarcasmo- Chingona tu ofrendita.-
-Ay wey - le dije sobresaltado- ¿Eres Kurt o estoy muy pedo y te estoy inventando?
- No seas pendejo soy yo - contestó-
-¿Y a que viniste? - le pregunté con un hilo de voz.-
- Te vine a mostrar lo falso que eres, lo estúpidos que somos muchos al sentirnos lo mas grunge y lo mas rudo dándonos en la madre, mírate wey, por quererme imitar o seguir un cliché que los medios crearon sobre el grunge te estas destruyendo - contesto.-
-¿Entonces que puta es el grunge? - le pregunte-
- Es ser tú mismo...

Me miró a los ojos, sus ojos eran azules, profundos y tristes, al tiempo que se desvanecía en la pared. Me reincorpore y me di cuenta de que efectivamente soy un pinche briago, y así soy por que me gusta el chupe, de que no necesito ser briago, o cumplir con un cliché prefabricado y monopolizado para ser grunge, punk o lo que sea y viceversa. QUE CUALQUIER PENDEJO PUEDE SER UN BUEN PERDEDOR. Entre sueño nuevamente, sentí un dolor intenso en el estomago y desperté con ganas de cagar...estaba soñando. Me levante y sentí una sensación de pesadez en los calzoncillos.
Creo que me cagué del susto...

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